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1385 Las guerras del Trigo

Formación
21 sep 2021
XX Hitos de la #CulturadelaVelaCV
Teniente de Navío: Juan José Esteban Garrido

Cuentan que existen tres tipos de seres humanos: los vivos, los muertos y los que están en la mar. Y de estos últimos nunca han faltado en las costas de la Comunidad Valenciana. La mar ha unido siempre nuestra comunidad al mundo y prueba de ello son los numerosos episodios navales que han ido aconteciendo a lo largo de la historia. Conocerlos es lo que nos permite comprender nuestras raíces y la sociedad de ayer, de hoy y de siempre.  

Por eso, la FVCV, estandarte de la navegación a vela en nuestra región, ha querido por un lado, rendir homenaje y poner en valor esa historia marítima que nos ha formado y ha hecho que hoy seamos lo que somos, y por otro, difundir y transmitir esta cultura de la vela y de nuestro deporte a todo el mundo. Para ello, ha creado una herramienta didáctica con el objetivo de que todas las escuelas de vela homologadas de la FVCV puedan promover y enseñar ‘El arte y las aventuras de la navegación a vela’.  

Todo este histórico trabajo, se ha realizado junto con el teniente de navío de la reserva Juan José Esteban Garrido quien, en colaboración con la Armada y el Ejército de Tierra, en ha elaborado un dossier muy completo sobre los hitos históricos de la cultura de la vela en la Comunidad Valenciana y que mes a mes iremos descubriendo en #20hitos de la #CulturadelaVelaCV. 

1385 Las guerras del Trigo  

Durante toda la Edad Media, uno de los problemas endémicos más graves de las ciudades mediterráneas fueron las crisis recurrentes de abastecimiento de trigo provocadas por las malas cosechas. En estas situaciones, la población no podía soportar el encarecimiento del pan lo que provocaba motines y ante lo que las autoridades reaccionaban rápidamente para evitar daños mayores.  

Las medidas adoptadas eran, por un lado, apelar a los comerciantes extranjeros para que recalasen en Valencia con buques llenos de trigo y por otro, prohibir la exportación del mismo. En última instancia la ciudad aparejaba galeras, galeotas y naos para interceptar cualquier barco cargado de trigo que se encontrasen en la mar y conducirlo hasta Valencia donde luego se le pagaba el importe del trigo.  Los enfrentamientos estaban servidos.  

Una de las armas más corrientes en los barcos de esta época era la ballesta, capaz de lanzar proyectiles que atravesaban la armadura. Aun así, normalmente, no era necesario su uso ya que la sola presencia de los buques de guerra disuadía al mercante de resistirse por lo que en los apresamientos de trigo no era necesario llegar al combate, sino que se escoltaba a la presa hasta Valencia.  

En el caso valenciano los enfrentamientos fueron particularmente enconados con Barcelona que siempre buscaba apresar barcos de trigo destinados al Grao de Valencia. Así, en enero y febrero de 1385 la ciudad de Valencia contrató a la siguiente escuadrilla: Nao capitaneada por Bernat Avellá, Nao patroneada por Guillem Vidal y la de Jaime Rigolf. Y en marzo del mismo año más galeras: la Santa Catalina, la Santa Tecla y otra más pequeña, además de algunas naves y fustas auxiliares para dar apoyo logístico a las galeras. 

El nivel de enfrentamiento con Barcelona fue creciendo, aunque finalmente las amenazas dieron paso a conversaciones y se solucionaron las cosas de forma pacífica. El peligro había pasado y el problema de la hambruna había sido resuelto gracias al trigo requisado.  

Años después, entre 1412-1416 la crisis del cereal regresa a causa de una fuerte sequía. Los barceloneses no dudaron y volvieron a apoderarse de varios buques que se dirigían a Valencia cargados de trigo. En consecuencia, la capital del Turia armó la nao ‘Santa María del Rey’ al mando de Pedro Suau para escoltar a todos los barcos que navegase en demanda de Valencia y capturar aquellos que se dirigiesen a otros destinos.  

El conflicto se fue agravando ya que todos los barcos que venían a Valencia debían pasar frente a Barcelona y a pesar de los esfuerzos valencianos, los barcos de la ciudad condal siguieron ocasionando grandes pérdidas a Valencia.  

Sin duda, ningún producto iba a generar tantas disputas marítimas entre poderes en teoría aliados ya que ‘las guerras del trigo’ pusieron a las dos ciudades más importantes de la corona de Aragón al borde del enfrentamiento en varias ocasiones.